Las ruinas arqueológicas del Machu Picchu no fueron (re)descubiertas hasta principios del siglo XX por el cuzqueño Agustín Lizárraga. Aunque se le atribuye a un estadounidense ya que dejó su graffitti en una piedra que todavía se aprecia a diferencia de la pintada del peruano, que se borró. Así que el turista o viajero lleva disfrutando de esta maravilla del mundo desde hace poco más de un siglo. Se cree que fue abandonada por los incas cuando intentaban resistirse a los sanguinarios españoles. Estos últimos nunca llegaron a saber de este lugar y los Incas no dejaron ninguna referencia a esta ciudad puesto que no tenían ningún tipo de escritura.
|
Al Huaynapicchu |
Con toda la motivación que se puede tener para ver una de las siete maravillas del mundo moderno, nos levantamos casi antes de acostarnos. Al intentar desayunar en el hostal, el recepcionista estaba más dormido que la bella durmiente y no se enteraba de nada. Así que dejamos el alojamiento y nos pusimos rumbo a coger el autobús para subir al santuario. Eran sobre las 5:30 y había ya cientos de turistas esperando a coger el autobús (que vale $18 ida y vuelta). Mientras hacíamos cola, nos compramos algo para desayunar y coger fuerzas para subir al Huayna Picchu.
|
Que la niebla no te impida ver el Machu Picchu |
Cuando subíamos en el autobús por la serpeante carretera, nos dimos cuenta que ¡había una niebla brutal! ¡Qué mala suerte! Aunque no perdíamos la esperanza en que fuera levantando durante la siguiente hora. Una vez ya arriba, hicimos la cola de entrada presentando el ticket y el pasaporte para que lo chequeen. Fuimos directamente a la entrada del Huayna Picchu, ya que teníamos que entrar en el primer grupo.
|
Subiendo a la cima |
Y justo, diez minutos antes de empezar a subir, la niebla empezó a levantar. Poquito a poco, mientras subíamos por la empinadísima montaña, la niebla desaparecía y nos dejó deleitarnos las magníficas vistas en la cumbre de la montaña. Antes de empezar a subir, tuvimos que registrarnos en un libro de entrada. A la salida hay que volver a firmar para controlar que al final del día la gente que ha subido y la que ha bajado es la misma y nadie se ha caído por la montaña o se ha perdido.
|
Vistas del Machu Picchu desde el Huaynapicchu |
Con el día despejando y Lorenzo pegándole duro, agradecimos que al subir hiciera niebla y nos protegiera del calor. Arriba del todo nos esperaba la mejor vista de todas. Y, cómo no, tuvimos que inmortalizar ese momento con numerosas fotos que no hacen justicia a lo que vivimos en realidad. No solo son espectaculares las vistas del Machu Picchu, sino que también las del entorno: verdes y altas montañas y valles profundos recorridos por ríos.
|
Los cuatro magníficos en la cima |
El recorrido total para subir y bajar el Huayna Picchu es de unas dos horas. Pero vamos, cada uno puede ir a su ritmo, ya que se puede estar por esa zona hasta que cierren. Además hay varios recorridos que se pueden hacer.
|
Bajando al Machu Picchu |
Una vez abajo ya sólo queda una cosa: disfrutar del Machu Picchu en primera línea. Pero nosotros preferimos reponer fuerzas porque la caminata nos había dejado un poco flojos. Salimos del recinto porque no se puede comer dentro del recinto arqueológico (y no te puedes esconder, que hay gente vigilando por todos los sitios).
|
No necesita descripción |
Como con el estómago lleno todo se hace mejor, volvimos a entrar (y nos sellamos el pasaporte con el sello del Machu Picchu). Ahora teníamos todo el tiempo del mundo para visitar tranquilamente las ruinas de la ciudad Inca. Noe y yo también cumplimos la apuesta que habíamos perdido jugando al mus contra los chicos (la única vez, que quede claro). Creo que poca gente ha ido vestida como nosotras en este sitio. Lo siento, no hay fotos disponibles.
|
Los 4 en la foto más conocida del Machu Picchu |
Como buena ciudad, el
Machu Picchu tiene diferentes partes:
plaza,
barrios de viviendas,
sitios de cultos, la casa del sacerdote principal, etc. Si quieres puedes contratar un guía que te lo explique todo. También puedes comprar algún folleto informativo. O, lo más barato, dependiendo el sitio en el que estés, poner la oreja a ver que dicen los guías de los grupos.
|
Vista panorámica de la ciudad |
Como ya habíamos tenido niebla y sol, el señor del tiempo decidió deleitarnos con otros fenómenos atmosféricos. Primero se nubló el cielo. Luego dio paso a la lluvia fina. Para terminar una gran tormenta cubrió el Machu Picchu e hizo que todo fuéramos lo más rápido posible a refugiarnos y dar por terminada la visita. Los rayos caían a escasos metros de nosotros. Acabamos empapados (unos más que otros). ¡Qué suerte! Visitamos esta ciudad perdida casi con todas las climatologías posibles: niebla, sol, nubes, lluvia y tormenta. Nos faltó la nieve, aunque no sé si aquí pasa este fenómeno meteorológico.
|
Con la tormenta pisándonos los talones |
Ya de vuelta en Aguas Calientes, sólo nos quedaba esperar al tren de vuelta a Ollantaitambo. En ese rato, nos secamos y llenamos el estómago. Teníamos un largo viaje por delante, ya que queríamos coger un autobús nocturno hasta Puno ese mismo día. Para amenizar el viaje, en el tren echamos la partida de mus de rigor (que ganó el equipo de las chicas).
|
Ola k ase?? en el Machu Picchu o k ase? |
NOTA: Si quieres saber cómo llegar hasta aquí desde Cuzco, en esta entrada lo explico todo.
Anónimo
10 marzo, 2017 at 6:18 pmMachu Picchu es un lugar increible, hay que subir por el inca trail para poder disfrutar de toda su magnificencia que no es poco.
Flavia Around the World
14 marzo, 2017 at 11:54 amGracias por tu comentario arturor89. Lamentablemente yo no pude hacer el camino inca por falta de tiempo, pero he oído muy buenos comentarios sobre el recorrido.
Aunque no tengo referencias sobre la empresa que aquí pones para hacer el camino inca, es siempre bueno tener algo por donde empezar a buscar para el que se anime y pueda hacerlo.
Un saludo y que tengas un buen día,
Flavia