Cañón del Colca con el oasis de fondo |
Hay dos formas para llegar hasta el cañón del Colca: contratando una excursión en cualquiera de las numerosas agencias de viajes que se encuentras por todo el centro de Arequipa o yendo por cuenta propia, como hicimos nosotros.
Posiblemente hecha en Cabanaconde |
Salimos desde Arequipa a Cabanaconde a las dos de la tarde con la compañía Milagros. Pagamos por el billete 17 soles cada una más los reglamentarios 1,50 soles de las tasas de la estación. Y sí que fue un milagro que llegáramos sanos y salvos. A parte de llegar a altitudes de más de 5.000 metros y de la nieve, los últimos kilómetros se hacen por una especie de camino sin asfaltar, estrecho y con un precipicio a un lado. Hicimos una parada de media hora al llegar a Chivay. Además es ahí donde hay que comprar el boleto turístico. Es obligatorio para todos, aunque los extranjeros pagamos más, 70 soles frente a los 20 de los autóctonos. Ese boleto te permite acceder a al circuito de Aguada Blanca, valle del Colca y valle de los volcanes.
¡Qué me caigoooooo! |
Cuando llegamos a Cabanaconde era ya bastante de noche. En este pueblecito no hay mucha oferta hotelera, sólo unos pocos hostales y hoteles. Nosotros nos quedamos en el Pachamama Backpacker Hostal. Está en una calle sin asfaltar (como casi todas aquí) que sale de la plaza. Nos dejaron el la habitación doble con baño privado a 50 soles con desayuno incluido. El hostal está muy bien, el ambiente es bastante bueno y los dueños son muy amables. Si no tienes nada planeado para la ruta por el Colca, ellos te lo explican todo a las mil maravillas. Te enseñan la ruta, te ayudan con el alojamiento por el camino y un largo etcétera. Como no había muchas más opciones cenamos en el hostal y echamos nuestra partidita de mus. Luego a la cama, porque los chicos se iban a despertar muy pronto para avistar a los cóndores, el pájaro no marino de mayor envergadura del mundo y un símbolo de los incas. A Noe y a mi nos pudieron más las ganas de dormir que el madrugón para ver (o no) a esos gigantescos pájaros. La verdad que las dos habíamos llegado un poco cansadas, sin muchas ganas de madrugones ni trekkings.
Si quieres ver cóndores, tienes que madrugar para llegar hasta la Cruz del Cóndor. Hay autobuses que te llevan desde Cabanaconde hasta el mirador. La mejor hora suele ser entre las siete y las ocho de la mañana o por la tarde. Pero puedes tener suerte y verlos en cualquier momento del día.
más Colca |
Pero si te apetece hacer la ruta entera creo que no te decepcionará. Como ya he dicho, en el hostal nos informaron de todo lo necesario y más. Creo que la información que nos dieron es muy completa para el viajero independiente, creo que la mejor forma para preparar la excursión por libre es mirando las rutas y recomendaciones de su página. Está todo perfectamente explicado, con horarios de autobuses, diferentes rutas de distinta duración, recomendaciones y todo lo que puedas necesitar y más. Además, si aún no estás convencido de hacer el viaje por tu cuenta, puedes contratar con ellos un guía. En la loly recomiendan esta pagina para contratar trekkings.
Haciendo que avisto un cóndor en el cañón |
De vuelta al pueblo, decidimos andar un poco más en la otra dirección para apreciar un poco más la grandeza de este cañón. Además también vimos a las lugareñas vestidas con unos coloridos sombreros y vestidos típicos del valle, muy alegres y auténticas.
Antigua plaza de toros ahora convertida en cuadra de burros |
El camino de vuelta lo hicimos entre las risas de unas monjas y los arrumacos bajo una manta de dos enamorados adolescentes.
Tutto
16 agosto, 2014 at 2:36 amLeo siempre el blog pero el de hoy ha sido uno muy especial, no sé si por el hecho de que está cercano el cumpleaños o por que extraño vuestra compañía.
Yo también recomiendo el treking por el cañon del Colca, y la visita a los Cóndores, aunque de lejos es impresionante verlos volar.
Flavia Around the World
18 agosto, 2014 at 6:45 amEs verdad, en octubre hace un año que nos encontramos en ¡Perú! Sí que pasa el tiempo…
Deberíamos haberlo hecho, pero son cosas que te das cuenta más tarde.