Vista del templo de Prambanan desde un lateral |
Aunque habíamos pasado nuestra primera noche en Yakarta, empezamos a tomar contacto con Indonesia en Yogyakarta, la segunda ciudad más grande Indonesia y el centro de la cultura javanesa. El primer objetivo del viaje fueron los templos de Prambanan.
Después de encontrar un hotel e intentando hacer oídos sordos a la llamada a gritos de la cama para que me echara una cabezadita, nos pusimos rumbo a los los templos de Prambanan. Me emocioné en cuanto reconocí los picos de los templos principales desde el autobús.
Detalle del templo de Prambanan |
Para nuestro asombro, hay dos taquillas, uno para la gente de Indonesia y otra para los foráneos. Si has nacido en el país de las 17.000 islas, te costará solo 50.000 rupias (3,5€). Si no eres indonesio, la entrada te cuesta 225.000 rupias (15€). Aquí tuvimos el primer problemilla del viaje. Yo solo había cogido 400.000 rupias. Te estarás preguntado por qué. Por fiarme de la maldita Lonely Planet (durante el viaje descubrí lo desactualizada que estaba esta guía, mucho más que la de Myanmar). Leí que la entrada valía 50.000RP, así que hice un cálculo rápido pensé que no necesitaríamos una millonada para pasar el día. Además la noche anterior habíamos cenado por 50.000 rupias los dos, así que deduje que en comer no se nos iría mucho presupuesto. Pensé que podría haber subido algo, pero no aumentar 4,5 veces su precio. Nos rebuscamos en los bolsillos, pero no, no nos llegaba. Había dos chicas que habían venido con nosotros en el autobús y les preguntamos si nos podían dejar algo de dinero y luego se lo devolveríamos. Viendo su cara, pensábamos que tendríamos que dejar los templos para otro día. Pero, de repente Javi encontró unos billetes en su pasaporte. ¡Nos daba para pagar las dos entradas, volver en autobús y comprar una botella de agua! Nada más. Ese día nos saltamos la comida.
Templo de Prambanan |
Como dato, el sitio arqueológico de Prambanan está compuesto por cuatro templos: el templo de Pramban o Loro Jonggrang (el principal y que a su vez está compuesto por 240 templos), templo de Sewu, templo de Bubhra y templo de Lumbung.
Esculturas a la entrada a uno de los templos |
Nosotros comenzamos a lo grande, por el templo de Prambanan. No lo puedes evitar. Es el primero que ves cuando entras y su grandiosidad te atrae, como Romeo a Julieta. Puede que lo mejor sea ver la silueta de este templo a lo lejos, son sus tres grandes templos predominando el paisaje. Pero por eso no hay que dejar de acercarte y ver los bajorelieves y esculturas que hay por todos estos templos.
Ruta alternativa |
Para comenzar, decidimos tomar el camino alternativo. No porque nos creamos guays, sino porque había sombra y nos podíamos resguardar un poco del sol de justicia. Así llegamos al otro lado de la entrada principal del templo, por el lado en el que está el teatro. Desde ahí, de nuevo, las vistas del templo son espectaculares. Además está el plus de que casi nadie se acerca hasta ahí y puedes sacar una foto sin más turistas de por medio.
Continuamos metiéndonos de lleno el recinto del templo madre, subiendo a los diferentes templos, el principal es el de Shiva. De este destacaría los bajorelieves que hay en la parte de abajo.
Yo en el templo de Shiva de Prambanan |
Una vez tuvimos suficiente de este templo, fuimos a ver los otros tres que nos quedaban. Pero de camino nos dimos cuenta de que había muchos indonesios llevando jaulas de pájaros cubiertas. La curiosidad nos llevó hasta una gran explanada verde donde había cientos de familias domingueando tranquilamente mientras comían y tenían al lado las jaulas. Entonces vimos una carpa rodeada por vallas y protegida por militares. ¿Qué se está cociendo aquí? Ni más ni menos que un concurso de pájaros. Por tandas de cuarenta o así, iban colocando sus jaulas (algunas muy bonitas) con sus pájaros de colores. A la de tres, los dueños se iban y entraban los jueces, que iban puntuando a cada animalito. Ahí fue cuando nos enteramos que en Java aman a los pajarillos enjaulados con locura. Fue muy auténtico.
Concurso de pájaros |
Los templos de Bubhra y de Lumbung estaban en restauración, aunque no parecían gran cosa. Ambos son muy pequeños y no queda mucho de ellos.
Templo Sewu |
Pero el templo de Sewu es precioso, o eso me pareció a mi. Es el que está más apartado de todos, pero merece la pena acercarse hasta ahí. Sobre todo sabiendo que seguramente seas el único visitando este templo budista. No sé dónde estaban los cientos de turistas que estaban en el de Prambanan. Ellos se lo pierden. A parte de por ser un templo hermoso, también me gustó por verlo sin multitudes. Pequeños placeres del viajero. Sus estatuas-guardianes del templo son de lo más curiosas.
Guardián del templo Sewu |
Una vez terminamos de ver todos los templos, notamos cómo el cansancio, el hambre y el jet lag se apoderaron de nosotros y cogimos el autobús de vuelta a Yogyakarta.
Haciendo el tonto en el templo Sewu |
Entradas
Cómo llegar en autobús
- Línea: 1A
- Dónde: en la calle Malioboro, una de las principales. Es de sentido único y, si no recuerdo mal, hay dos paradas en la calle. Se diferencian por tener un una especie de plataforma y estar cubiertas.
- Parada: hay que ir hasta el final de la línea
- Precio: 3.600 RP por persona y viaje (0.25€). Se paga en la parada.
- Tiempo: 40 minutos a la ida, 30 minutos a la vuelta (depende del tráfico)
- Frecuencia: cada 10 minutos
- De la parada a los templos: una vez te bajas del autobús, hay que cruzar la carretera (mejor por el paso de peatones) y se anda por la acera durante unos 10 minutos hasta llegar a un parking que te lleva hasta la taquilla.
- Extra: llevad una botella de agua, puede que el autobús no tenga aire acondicionado y, en ese caso, hará calor.
la cosmopolilla
20 octubre, 2015 at 8:12 amAy, qué recuerdos de Indonesia. La verdad es que a mí también me ha pasado lo de la Lonely Planet, menos mal que encontrasteis dinerito… Y recomendar sitios que están muy bien de calidad y precio y luego ser los más caros de la isla (como The Three Monkeys en Ubud). Nosotros directamente cogimos una agencia de las que había en la calle del hostel porque vimos que salía bastante económico y nos llevaron en el mismo día a Prambanán y Borobudur.
Un besazo de la cosmopolilla
Flavia Around the World
20 octubre, 2015 at 8:18 amTenía más fallos la guía que una escopeta de feria jajaja Pero bueno, aprendimos a base de golpes jaja
Nosotros llegamos pronto por la mañana a Yogya y decidimos ir ese día a Prambanan, al día siguiente Borobudur (ya lo contaré la próxima semana) con una agencia 😛
Un beso,
Flavia
Irene Somoza
20 octubre, 2015 at 8:15 am¡Qué buen recorrido Flavia!
Yo soy una peor y no fui, pues me parecía otra visita a un templo y quería otro tipo de experiencias. Pero bueno, he podido viajar a través de tu relato.
Abrazo!
IRE
Flavia Around the World
20 octubre, 2015 at 8:20 amSiempre hay que dejar algo para volver 🙂 Además viene bien de vez en cuando hacer visitas "alternativas"
Me alegro que te haya podido llevar hasta ahí sin salir de España 😉
Un beso,
Flavia
saetismo
20 octubre, 2015 at 8:53 amUna duda que me surge: ¿no se podía pagar con tarjeta? Yo compré la entrada en un restaurante de camino a Prambanan, no en la taquilla, pero en Borobudur pagué con dinerito de plástico. Pagar con tarjeta nos venía bien porque nos permitía no gastar el dinero en metálico, y nuestro banco no nos cobra comisión por cambio de moneda.
Por cierto, Yogya está lejos de ser la segunda ciudad más grande de Indonesia… de hecho tú estuviste en la ciudad que ostenta ese título: Surabaya. Yogya no está ni siquiera en el top 5, es hasta "pequeña" con sus 700.000 habitantes 😉
Por cierto, qué pesadez los pasillos interminables de tiendas a la salida de Prambanan y peor aún en Borobudur… :___(
Flavia Around the World
20 octubre, 2015 at 8:58 amuna duda muy razonable. Sí se podía, pero se alinearon los planetas para que los dos dejáramos nuestras tarjetas en la habitación jajaja Murphy y sus leyes 😛
Me he colado con lo de Yogya 😛 jajaja
Yo en Prambanan no recuerdo las tiendas (puede porque todos estaban en los concursos de pájaros), en Borobudur sí, pero estaban el 90% cerradas pronto por la mañana. Tardamos más en salir que ver el templo jajaja