Teniendo Ubud como campamento base, quería también descubrir otros lugares cerca de Ubud: Pura Tirta Empul, Gunung Kawi, Pura Luhur Batukaru y las terrazas de arroz de Jatiluwih. Ahí se planteó la pregunta de si coger un conductor privado que nos llevara de un lugar a otro o si preferíamos salir a la aventura con la moto y disfrutar a nuestro aire de Bali. Ganó la opción de la moto por goleada, por supuesto.
Justo al lado de nuestro alojamiento, Darta Homestay, había un lugar donde alquilaban motos con dos cascos por 45.000 RP/día, así que no lo dudamos mucho y, por primera vez en mi vida, conduje una moto. Ese día fue largo, recorrimos unos 120 kilómetros, visitamos bastantes sitios y, para no tener un buen mapa, no nos fue del todo mal, aunque tampoco del todo bien ¿quieres saber dónde estuvimos? Estos fueron los lugares en los que pasamos un día (puedes pirar las capas y los dos recorridos en pinchando a la izquierda del nombre del mapa y añadiendo las capas) :
Pura Tirta Empul y Gunung Kawi
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Manantial sagrado del templo Tirta Empul |
La primera parada del día, el templo hinduísta Pura Tirta Empul, no estaba demasiado lejos de Ubud, a solo 15 kilómetros. Este templo hinduísta tiene un manantial sagrado donde van los creyentes a purificarse siguiendo un ritual. Aunque no solo se purifican los creyentes, algún occidental ya hace cola para disfrutar de las aguas de este templo.
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Ofrendas |
La entrada al templo vale 15.000 RP por persona más 2.000 RP por aparcar la moto. El templo abre de 7 de la mañana a 6 de la tarde. Para visitar el Pura Tirta Empul, tienes que tener las piernas cubiertas. Si llevas pantalones cortos, te darán una pañuelo para que te cubras, que tendrás que devolver al salir.
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Purificaciones en Pura Tirta Empul |
Si vas a visitar el templo de Tirta Empul, es mejor ir a primera hora de la mañana porque es cuando hay más movimiento aquí, ya que es por la mañana cuando se hacen las ofrendas y puede que encuentres menos infiltrados.
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Rezando |
Después, al estar muy cerca, fuimos al Gunung Kawi directamente. El Gunung Kawi es un templo y complejo funerario de reyes del siglo XI. Pero la peculiaridad que tiene este lugar es que estos templos-tumbas están dentro de las rocas. Además, antes de llegar a los templos las terrazas de arroz dan una bonita vista del lugar. Muy recomendable.
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Campos de arroz antes de entrar al Gunung Kawi |
La entrada cuesta de nuevo 15.000 RP y aparcar la moto 2.000 RP. Te darán un sarong si no llevas cubiertos las piernas y un pañuelo para atarte a la cintura (¿un fajín?). Como el Tirta Empul, el Gunung Kawi abre de 7 de la mañana a 6 de la tarde.
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Templos en la roca en Gunung Kawi |
Lo que más me gustó de este lugar, a parte del verde de las terrazas de arroz, fue la paz y tranquilidad que se respira aquí, incluso más que en el templo vecino. Para terminar, fuimos por un sendero que lleva por encima de las rocas de los templos y que te da unas vista bastante bonitas del lugar.
Después volvimos a Ubud para seguir nuestro camino. No sabemos si fue el camino más corto, pero sí nos pareció el mejor indicado y sin tener que estar callejeando sin saber muy bien qué nos íbamos a encontrar.
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Vistas desde arriba del Gunung Kawi |
Pura Luhur Batukaru
El camino a
Pura Luhur Batukaru fue algo largo. Las indicaciones del GPS nos llevaron por
caminos llenos de piedras en algunas ocasiones, pero nos compensaban con
terrazas de arroz preciosas. Los últimos kilómetros fueron cuesta arriba y la temperatura bajó bastante. Al fin y al cabo estábamos yendo a los
pies de un volcán.
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Terrazas de arroz de camino al templo |
Cuando llegamos arriba, nos sorprendió que no hubiera más gente. Solo llegaron otro par de viajeros en moto que llegó a la vez que nosotros y un pequeño grupo saliendo. No se veía un alma más que los que venden la entrada. Nos extrañó, ya que pensábamos que estábamos en el templo madre de Bali, el Pura Besakih. Pero no. Nos habías equivocado un poco al mirar la ubicación en el mapa. Cosas que pasan cuando quieres ir a ver las terrazas de arroz de Jatiluwih y ves un templo a los pies de un volcán y, a primeras, la descripción es muy similar a la del Pura Besakih.
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Entrada al Pura Luhur Batukaru |
La entrada al Pura Luhur Batukaru vale 20.000 RP y para entrar te darán un sarong para cubrirte las piernas. A diferencia de los otros templos, aquí no tuvimos que pagar por aparcar la moto. El templo se puede visitar de 8 de la mañana a 6 de la tarde.
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Estanque del templo |
Vale, nos confundimos de templo (puede ser por poco que planificamos Bali), pero eso no quiere decir que el templo Luhur Batukaru fuera pequeño ni nada por el estilo, no. Luhur Batukaru es uno de los grandes templos de Bali, así que también merece una visita. Además aquí está el añadido de que, al no ser el más famoso, lo visitas con una tranquilidad absoluta.
Comenzamos yendo a su estanque, después rodeamos el templo central (ya que no está permitida la entrada a nos no hinduístas) y, para finalizar, encontramos un sendero entre rodeado de naturaleza que nos llevó a otro templo más pequeño. Al volver, había comenzado una ceremonia y varias personas estaban presentando sus ofrendas.
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Ceremonia |
Terrazas de arroz de Jatiluwih
Aunque ya era algo tarde (a pesar de que había luz) condujimos hasta Jatiluwih por el peor camino que había. Pocos kilómetros separan el templo de Luhur Batukaru de las terrazas de arroz Jatiluwih, pero el camino más corto no tiene por qué ser el más fácil.
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Impresionantes terrazas de arroz de Jatiluwih |
Poco antes de llegar, tuvimos que pagar 20.000 RP por persona para poder recorrer y visitar las terrazas de arroz de Jatiluwih, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
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En Jatiluwih |
Nada más pagas, ya empiezas a ver terrazas y más terrazas de arroz de un verde que enamora. ¡Cómo me gustan! Como llevábamos el gen moto-aventurero, no dudamos en seguir el que al principio era un camino normal para recorrer estos campos de arroz. Luego el camino se empezó a estrechar y casi era una barra de equilibrios. Pero, con cuidado, llegamos al punto de partida, no sin antes haber visto la puesta de sol (aunque con nubes).
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Atardecer en Jatiluwih |
Sin lugar a dudas Jatiluwih es el lugar para dejarte impresionar por las terrazas de arroz de Bali. No sé si era por la hora, pero pudimos disfrutar de Jatiluwih solo con una pareja más de viajeros.
Vuelta a Ubud
Si te quedas hasta el atardecer en Jatiluwih, el largo viaje de vuelta a Ubud lo vas a hacer de noche. Eso es lo que hicimos nosotros. Condujimos desde Jatiluwih (evitando el sinuoso camino por el que habíamos llegado) hasta Ubud. Por suerte, la luz de la moto funcionaba y, cuanto más cerca estábamos de Ubud, el fresco se convertía en calor. Además, gracias a tener los mapas offline de Ulmon, pude ir indicando a Javi cómo llegar a Ubud. Lo hicimos. Un día agotador, pero muy, muy especial.
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Contemplando los campos de arroz |
Irene Somoza
2 septiembre, 2016 at 10:48 amQué chulas las visitas 😉
El templo que confundiste con Pura Besakih yo no lo conocí, pero la puerta en la que tienes la foto se parece a las del otro! la verdad es que es una enormidad y muy chulo, pero tmabién tiene a una pandilla de gente que quiere estafarte y se hace desgradable 🙁
Nosotros no fuimos a Jatiluwih, pero molan tus fotos!! así ya lo vi 😉
saludotes,
Ire
Flavia Around the World
2 septiembre, 2016 at 11:23 am¡Hola Irene!
La confusión puede que se diera por mi empeño en ir sí o sí a ver Jatiluwih 😛 (tengo una extraña atracción por los campos de arroz) y porque no pleneamos casi nada Bali, ni qué ver ni cómo movernos. Puede que pudiéramos haber aprovechado mejor el tiempo, pero me gustó muchísimo de todas maneras.
El Luhur Batukaru no era demasiado grande, pero sí muy tranquilo, también a los pies de un volcán. Tendré que volver a Bali para ver el templo madre jijiji
Un beso,
Flavia
saetismo
14 septiembre, 2016 at 2:49 pmAlgún día escribiré sobre Besakih (aunque a post por mes, si llega, quizá sea el año que viene), sobre las trampas que los locales te hacen o te intentan hacer, y sobre cómo las evadimos, fuera por habilidad o por pura suerte.
A modo de resumen te diré que estuvimos a punto de irnos sin verlo por dentro, de lo que nos encabronaron… fue el único lugar de Bali donde la gente no me cayó bien, y donde la sonrisa casi perenne que la isla nos hizo tener brilló por su ausencia.
Eso sí, luego es un lugar impresionante. Supera con mucho en tamaño a cualquier otro templo. Mereció la pena pelear por entrar 🙂
Flavia Around the World
22 septiembre, 2016 at 10:19 amCésar eso he oído que hay mucha picaresca y agobios en ese templo (que es el que queríamos ver y ya estaba preparada jaja)
Al que acabamos yendo estaba ven y como no vi el otro no puedo comparar 😛 pero tendré que volver a comprobarlo
Saludos desde la República Malgache